Mi experiencia buscando el acta Italiana y puntos claves a tener en cuenta
Si algo aprendí en este camino hacia la ciudadanía italiana, es que la paciencia y la persistencia son tus mejores aliadas.
Cuando empecé a buscar el acta de nacimiento de mi avo, pensé que sería cuestión de tiempo, pero no imaginaba el desafío que tenía por delante. En los documentos de matrimonio y defunción aparecía su lugar de nacimiento, pero faltaba una pieza clave: su fecha exacta de nacimiento.
Esa pequeña información que parecía tan simple de conseguir se convirtió en mi gran incógnita. Pasé horas y horas armando líneas de tiempo, comparando datos en las actas de mi familia para intentar calcular una fecha aproximada. Pero nada coincidía. Un acta sugería que había migrado a cierta edad, otra decía algo distinto. También investigué en lista de arribo de Inmigrantes (CEMLA), pregunté a familiares, revisé registros de época… y cada nueva pista me llevaba a un callejón sin salida.
Y como si fuera poco, me topé con otro problema común en estos procesos: los errores en los registros. Diferencias en nombres, fechas y hasta en el apellido. En aquella época, muchas veces se registraba fonéticamente lo que los oficiales entendían, y así nacían variantes que complicaban aún más la búsqueda.
Un año de espera y una decisión que lo cambió todo
Conseguí que una persona en Italia para que buscara el acta en la comune correspondiente. Me llené de ilusión y esperé. Esperé un año entero. ¿Y el resultado? Nada. Cada tanto me decía que seguía en proceso, pero los meses pasaban y mi ansiedad crecía.
Mientras tanto, no podía quedarme de brazos cruzados. Decidí investigar por mi cuenta: me sumergí en archivos parroquiales, comunes con registros digitalizados, grupos genealógicos… cualquier rincón donde pudiera encontrar una pista. Cada pequeño hallazgo se lo enviaba a la persona encargada en Italia, esperando que así avanzara más rápido. Pero nada cambiaba.
Hasta que un día, cansada de perder tiempo, decidí contratar un servicio de búsqueda genealógica profesional.
Cuatro días y el tan esperado hallazgo
Si hubiera sabido que en solo cuatro días me encontrarían el acta de mi avo, me habría ahorrado meses de frustración. Yo misma busqué el contacto (y lo puedo recomendar), hay muchos que ofrecen ayuda, prometen y no cumplen. Pero esta persona sí cumplió.
Cuando me llamó para decirme “¡Lo encontré!”, me largué a llorar. Fue una mezcla de alivio, felicidad y una sensación indescriptible de sentir que estaba avanzando. Pero la historia no terminaba ahí.
El servicio de búsqueda solo encontró el libro donde estaba registrado el nacimiento y me envió la foto. El siguiente desafío era obtener el acta oficial.
Un nuevo obstáculo y la ayuda inesperada
Con la fecha exacta, el número de atto y la foto del registro, contacté nuevamente a la primera persona en Italia. ¿El resultado? Nada. Otra vez. Perdí meses esperando una respuesta que nunca llegó.
Entonces, recurrí a grupos de Facebook. Si estás en este proceso, únete a estos grupos, pero con cuidado. Hay mucha gente que ayuda desinteresadamente… y muchos vendedores de humo.
Afortunadamente, tuve suerte y conocí a una chica dispuesta a solicitar el acta en la comune. En menos de una semana me llamó para decirme que ya la tenía en PDF y que me la enviaría por mail.
¡ALELUYA! Fue uno de los días más felices de mi vida.
Con el PDF pude solicitar el CNE (Certificado de No Naturalización), un documento clave para determinar si mi abuelo se naturalizó argentino o no. Este paso es crucial para saber si puedes acceder a la ciudadanía italiana.
En otro post les compartiré datos esenciales que deben tener en cuenta en la solicitud del CNE.
Importante
Este fue uno de los pasos más largos y en mi caso el mas difícil pero también uno de los más emocionantes. ¿Estás en esta misma búsqueda?
Contame tu experiencia. ¡Nos ayudamos entre todos!
